viernes, 7 de febrero de 2020

Cuando los hijos se van de casa

Algunos de los que me conocen de cerca saben que mis hijos estan felízmente casados y que mi esposo y yo desde hace casi dos años nos convertimos en ocupantes de un nido vacío, o como dicen en inglés "empty nesters".

Cuando los hijos se van marchando

Cuando mi hijo se casó su ausencia fué gradual, Adrian había alquilado su apartamento con varios meses de anticipación. Además entre el trabajo y la preparación de la boda, sus ausencias fueron poco a poco alargándose; esos días yo sabía que de un momento a otro llegaría al apartamento a comer o a dormir.  Aunque estaba acostumbrándome a la idea de verlo menos, después de su boda fué duro cuando todas sus cosas no estaban en su cuarto y su partida del hogar fué definitiva. Ese mismo año mi hija Arianna se comprometió y durante doce meses se benefició de ser la única bebé en el hogar. Recibió toda la atención, abrazos y amapuches que quiso y la ayudé en todo lo que pude con sus preparativos de la boda. Cuando Arianna se casó el golpe fue más fuerte.

Ocupantes de un nido vacío

Fue así como en el 2018, de repente nos quedamos con dos habitaciones vacías, no más risas en los cuartos, ni besitos de buenas noches, no más peleas por la lentitud del wi-fi, ni montones de zapatos en la entrada del apartamento; en fin se acabaron ese montón de cosas que se viven con dos jóvenes adultos tan diferentes y tan parecidos al mismo tiempo. No estábamos tristes, nos sentíamos satisfechos como padres, sabíamos que nuestros hijos eran independientes y muy maduros. Hasta hoy, nos han demostrado que son capaces de llevar su propio hogar con responsabilidad.

Haciendo lo que más nos gusta

Lo primero que hicimos cuando Adrian se casó fué planificar un viaje, nos fuimos a Fort Lauderdale por un fin de semana largo, disfrutamos la playa y la familia. No hay nada mejor como unas vacaciones improvisadas para recargar energías y sentirse mejor. Luego cuando Arianna se casó, semanas después de la boda planificamos un viaje y nos fuimos manejando desde Montreal hasta Dallas.  Fué un road trip maravilloso en el que recorrimos once estados y visitamos nueve ciudades americanas en total. De ida visitamos Detroit, Indianapolis, St-Louis y Dallas; de allí volamos a Cancún por cuatro dias, regresamos a Dallas a pasar unos días con mi hermano y de vuelta a casa visitamos Nashville, Memphis, Cincinnati, Cleveland y Buffalo. Fueron dos semanas inolvidables, las fotos estan en mis historias de Instagram aqui o tambien en las historias de Luis aqui.


Afrontando el síndrome del nido vacío

Desde que nuestros hijos se casaron y salieron del hogar, nuestra vida cambió completamente. Ahora tenemos la oportunidad de hacer otras actividades, emprender diferentes proyectos, ya sea como pareja o individualmente. Incluso podría decir que nuestra mirada hacia la vida es diferente, si hacemos algo es porque queremos hacerlo no necesariamente porque tenemos que hacerlo.  Lo más bonito de esta etapa es saber que nuestra relación de padres e hijos también es diferente, ya no de cuidadores sino de soporte. Ellos cuentan con nosotros siempre, con nuestro consejo y nuestra ayuda incondicional. Nos vemos con frecuencia, compartimos tiempo de calidad, hasta nos atrevimos a ir de vacaciones juntos con todas las complicaciones que implica pasar vacaciones en grupo y sobrevivimos la experiencia! Las fotos estan en las historias de Instagram aqui 






No hay comentarios.: