martes, 17 de julio de 2007
Creación divina
Imaginen por un momento que nuestros huesos estuviesen recubriendo la piel, en lugar de la piel recubriendo los huesos. Sufriríamos constantes fracturas, no? Ahora piensen esto: además de proteger nuestros huesos, la piel hace que nos tratemos con cuidado, que seamos más vulnerables al tacto, que evitemos causar heridas a los demas, que nos abracemos mas seguido y tengamos necesidad de sentirnos "amapuchados"
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
quiero un amapucho: Ya¡¡¡¡
Un beso linda¡
Qué bonito! :)
Publicar un comentario